¿Qué es el síndrome premenstrual?
El síndrome premenstrual es una afección que tiende a ocurrir en un patrón predecible alrededor del momento de la menstruación, generalmente alrededor de 7-10 días antes de que comience su ciclo. Puede incluir una variedad de síntomas físicos, que incluyen:
Hinchazón
Sensibilidad en los senos
Dolor en las articulaciones
Dolor muscular
Fatiga
Dolor de cabeza
Acné
Estreñimiento o diarrea
También puede experimentar cambios emocionales y de comportamiento, como:
Cambios de humor, incluyendo irritabilidad, ira y llanto
Ansiedad y depresión
Cambios de apetito o antojos de comida.
Insomnio
Problemas para enfocarse
Retirarse socialmente
Los síntomas del síndrome premenstrual tienden a desaparecer aproximadamente cuatro días en su ciclo menstrual. Si sus síntomas de S.P.M. dificultan su funcionamiento, es posible que tenga una forma grave de S.P.M. llamada trastorno disfórico premenstrual.
¿Qué causa SÍNDROME premenstrual y trastorno disforico premenstrual?
Las fluctuaciones hormonales que ocurren en los días previos a la menstruación pueden desencadenar los síntomas del síndrome premenstrual. Sus síntomas desaparecen si queda embarazada o pasa por la menopausia.
Sus síntomas también pueden ser causados o exacerbados por fluctuaciones de sustancias químicas en su cerebro que están relacionadas con el apetito, el estado de ánimo y el sueño. Si sufres de depresión, puedes ser más susceptible.
¿Cómo puedo tratar el síndrome premenstrual?
Puede descubrir que todo lo que necesita para controlar sus síntomas es un medicamento anti inflamatorio no esteroide, como el ibuprofeno o el naproxeno.
Si sus síntomas persisten, su medico puede recetarle antidepresivos para controlar los cambios de humor, diuréticos para aliviar la hinchazón o anticonceptivos hormonales que detienen la ovulación, si es necesario.
También la asesorarán sobre ciertos cambios en el estilo de vida que pueden controlar sus síntomas, tales como:
Limitar la sal para evitar la hinchazón
Evitar la cafeína
Hacer ejercicio 30 minutos diarios
Practicar meditación, yoga y otras técnicas para aliviar el estrés.
Comer una dieta saludable con muchas verduras y calcio.
Comer comidas más pequeñas y frecuentes
Dormir lo suficiente
Las terapias alternativas que incluyen suplementos de calcio, magnesio o vitamina E pueden ser útiles, al igual que los remedios herbales que contienen ginkgo biloba, jengibre, castaña, aceite de onagra y la hierba de San Juan. Siempre notifique a su médico sobre cualquier suplemento que esté tomando, ya que pueden causar reacciones negativas cuando se combinan con ciertos medicamentos.